

Fran Manen nos contó que siempre había alguien que les preguntaba por qué en Lord Drake Kustoms solo hacían modelos Sportster, Scrambler… Pues bien, la respuesta es esta: “Si hay que hacer Sportster, se hace Sportster, pero si hay que hacer una BMW… ¿qué mejor forma de empezar que con una como esta?”
Este modelo de motocicleta ha sido uno de los más utilizados últimamente en los trabajos de personalización y transformación. A pesar de los años, estas clásicas BMW R no han perdido su encanto y siguen despertando el interés del público. Además, ofrecen muchas posibilidades de lucimiento si se trabaja con buen gusto.

Específicamente, nos contó Fran, que esta se la envió un cliente en cajas, le faltaban muchas piezas y estaba en condiciones no aptas para su uso o para chatarra.
La transformación se llevó a cabo en nuestro taller de Málaga, y lo primero que tuvimos que hacer al llegar fue terminar de desmontarla y comenzar a decapar, arenar y pintar en polvo todas las piezas que aún se podían aprovechar, como el chasis, las ruedas, el motor, etc.

El cliente buscaba algo elegante, con predominancia del negro. Pero Fran no tenía ganas de hacer la clásica y tópica Cafe Racer, sino algo más tipo scrambler o brat. Admite que no tardó mucho en decidir hacer una scrambler muy old school, una moto que, además del tamaño de scrambler, tuviera algo de aquellas viejas BMW de antaño. Aunque quizá fuera una mezcla de bobber y scrambler, pero todo muy vintage… y aquí está el resultado.

Se combinaron negro brillante, negro mate y negro texturizado para darle a la moto este aspecto sobrio y elegante, al que le hemos colocado un asiento individual y unos guardabarros personalizados. Estos últimos aportan el toque oldschool y vintage que buscaban.


Todos los mandos del manillar son nuevos y van acompañados de un manillar tipo street, aunque se ha conservado el faro original y la horquilla (algo modificada) para respetar el espíritu de esta BMW R100.
