En ferias gigantes como SEMA, EICMA o el Tokyo Motorcycle Show, destacar entre miles de motos y customizaciones es casi una misión imposible. Por eso la marca japonesa de equipamiento HYOD decidió que, si iba a llamar la atención, lo haría a lo grande: con una Ducati Monster S2R 1000 convertida literalmente en una criatura mitológica, bautizada “Argos” y creada por Deus Ex Machina Tokyo.

Nace el encargo: un auténtico showstopper
Con el reto de captar la atención de distribuidores y del público internacional, HYOD podría haber tomado el camino fácil: decorar una superbike moderna con los colores de uno de sus pilotos estrella. En cambio, levantaron el teléfono y llamaron a Tomoyuki Soeda, jefe de taller de Deus Ex Machina en Tokio y maestro del metal conocido por sus creaciones de estilo brat. Entre las motos de su propia colección apareció la base perfecta: una Ducati Monster S2R 1000, uno de los modelos que ayudó a salvar a la marca italiana y que combina el carismático bicilíndrico Desmo de dos válvulas con componentes de parte ciclo de alto nivel.

De Monster a criatura mitológica
Soeda siempre había pensado que las preparaciones basadas en la Monster se quedaban cortas respecto a lo que su propio nombre sugiere. Para este proyecto decidió ir mucho más allá, inspirándose en el gigante de mil ojos de la mitología griega, Argos, y en la fantástica figura japonesa de “Nine Tails” procedente del manga. La idea era clara: una moto que pareciera una criatura viva, inquietante y asimétrica, capaz de atraer miradas y provocar reacciones viscerales.
Cirugía mayor: chasis, subchasis y depósito
El primer paso fue desnudar la Ducati hasta el último tornillo y replantear la parte trasera desde cero. En lugar de conformarse con el típico subchasis recortado con aro limpio, Soeda construyó una estructura trasera completamente nueva, con un larguero superior muy corto que se extiende hacia adelante. Este tubo cumple una doble función: soporta el asiento y sirve como punto de anclaje trasero para un depósito totalmente nuevo, dejando atrás el largo y reconocible tanque de las Monster de serie. El resultado es una silueta más compacta y agresiva que prepara el escenario para el resto de la transformación.



Metal, níquel y un nuevo depósito estilo scrambler
Una vez terminado el trabajo de soldadura, el subchasis se pulió y se recubrió con un acabado niquelado que resalta las líneas del chasis tubular original. El depósito, hecho a mano, abandona la estética tradicional de la Monster para acercarse a un estilo scrambler, integrándose con elegancia dentro del triángulo del chasis Ducati. Presenta hendiduras laterales para las rodillas, una zona frontal rebajada que permite conservar la ubicación original del bombín de contacto y un tapón macizo alojado en un túnel de llenado trabajado al detalle.
Carrocería mínima y un frontal que da miedo
El resto de la carrocería se mantiene contenido para no competir con el protagonista visual del conjunto. Delante, un guardabarros de carbono de estilo clásico; detrás, un gran hugger de carbono que envuelve el neumático y refuerza la presencia musculosa del tren trasero. Pero el elemento más salvaje está en el frontal: una cúpula asimétrica, casi derretida, que parece sacada de una pesadilla. Las luces están desplazadas, combinando un faro LED principal con un proyector auxiliar de lente amarilla, evocando esos “ojos malignos” de las leyendas que inspiraron el proyecto.


Colores y artesanía HYOD
Para completar el conjunto, el chasis, el depósito y la tija inferior recibieron una pintura crema suave que contrasta con el acabado metálico del motor. La cúpula frontal se pinta a juego con el tono del motor, mientras que el basculante monobrazo luce un elegante acabado plateado. El asiento, por supuesto, es un escaparate perfecto del saber hacer de HYOD con el cuero: una pieza de alta calidad con cosido en rombos y pespuntes. El embrague seco se deja expuesto, sin concesiones, mostrando su mecánica y advirtiendo a cualquiera que se acerque demasiado.
Objetivo cumplido
Argos, la Ducati Monster S2R 1000 reinterpretada por Deus Ex Machina para HYOD, no está pensada para ser una café racer limpia. Es una moto diseñada para detener a la gente en seco en un salón abarrotado. Más que una preparación, es una declaración de intenciones sobre cómo la artesanía japonesa y el mito se combinan en el mundo de la moto actual.
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