
Fran Manen ha sido considerado uno de los mejores personalizadores de motos del mundo. En Cafe Racer World hemos tenido el placer de entrevistarlo para descubrir los secretos que se esconden detrás de su marca, Lord Drake Kustoms.

¿Siempre has estado enamorado del mundo de las motos?
Es cierto que desde niño me sentí atraído por una estética muy vinculada al mundo de la moto. En aquella época, en la ciudad del sur de España donde crecí, era muy difícil acceder a revistas especializadas. Fue en la televisión, sobre todo en los videoclips musicales, donde me fascinaban aquellos grupos de Rock y Heavy Metal que aparecían muy a menudo acompañados de sus Harley-Davidson y Choppers.
No fue hasta los 14 años cuando pude conseguir mi primera moto, una Vespino. Y me dediqué a pintarla con llamas y portadas de los discos de mis grupos favoritos. Así que, supongo que sí, es una afición que viene de lejos.
Estás considerado uno de los mejores personalizadores de motos del mundo. ¿Cómo se llega a ese punto?
Uno de mis lemas favoritos siempre ha sido «Sic Parvis Magna» (Las grandes cosas tienen pequeños comienzos). Creo que en la vida puedes conseguir lo que te propongas con trabajo, constancia y humildad.
No siempre he trabajado en el mundo de las motos. He pasado por muchos trabajos y empresas hasta llegar aquí. Hubo una época en la que, como gran amante de la naturaleza que soy, empecé a escalar montañas de forma profesional. Eso me llevó finalmente a realizar expediciones por todo el mundo, visitando y ascendiendo a las cimas del Himalaya, Nepal, Tíbet, India, Pakistán, Bután, Marruecos, Suiza, Francia, Austria, etc.
Ese aprendizaje en la escalada me abrió las puertas para fundar mi primera empresa, especializada en trabajos verticales y en altura.

¿Y cómo se pasa de una empresa como esa al mundo de la personalización de motos?
Bueno, la empresa de trabajos verticales funcionaba muy bien, pero también me absorbía por completo, alejándome de mi afición por el alpinismo.
Pero en realidad, el cambio vino por varios golpes que me dio la vida allá por el año 2000. Primero, un accidente de tráfico que casi acaba conmigo; después, una caída en altura que me tuvo en cama más de un mes.
De todo eso me recuperé milagrosamente. Incluso llegué a organizar una última expedición a Nepal. Pero ese año, la mala suerte volvió a jugármela. Al regresar de ese viaje, antes de embarcar en el avión que me llevaría de Pakistán a París, fui confundido con un terrorista albanés y encarcelado durante 15 días en ese país.
Esa terrible experiencia me hizo reflexionar mucho, y llegué a la conclusión de que era el momento de dejar de escalar y dedicarme a mi otra gran afición: pintar y modificar motos.
Pero esa decisión implicaría un gran aprendizaje desde cero…
Efectivamente. En España, por aquel entonces, empezaban a emitirse documentales en Discovery Channel como American Chopper u Overhaulin. Esos programas de televisión me abrieron los ojos. Así que no lo dudé y decidí viajar con frecuencia a Estados Unidos para conocer de primera mano toda esa cultura.

Pasé largas temporadas allí, asistiendo a todos los eventos de motocicletas que podía y conociendo a grandes personalidades del mundo custom. Pero lo más importante es que pude establecer relaciones profesionales tanto con fabricantes de la industria de la moto como con los constructores más reconocidos.

¿Y fue entonces cuando creaste Lord Drake Kustoms?
Bueno, casi. Volví a España y adquirí mi primera Harley, que metí rápidamente en mi garaje y comencé a modificar en mi tiempo libre. Recuerdo que una de las primeras cosas que hice fue colgar una pancarta en la entrada con el nombre de Lord Drake Kustoms.

Esa motocicleta, que me llevó casi un año personalizar, ganó premios en todas las competiciones nacionales en las que la presenté. El punto de inflexión fue cuando quedó subcampeona de Europa en la categoría Big Twin en el Harley European Rally de 2017. En ese momento me di cuenta de que este hobby podía convertirse en un trabajo.
¿Qué te llevó a emigrar a Estados Unidos?
Monté un taller con un amigo en España, al que dedicaba mis tardes libres. Pero pronto me di cuenta de que en mi país, al menos en esa época, no había interés en el mundo de la personalización. La mayoría de los trabajos que recibíamos eran reparaciones, y pocas transformaciones.

Seguí viajando regularmente a Estados Unidos y finalmente surgió una oportunidad de negocio en Miami. No lo pensé dos veces y vendí mi empresa de trabajos verticales y casi todo lo que tenía para mudarme.
Después de muchos problemas burocráticos, conseguí crear y ser copropietario de una empresa de alquiler de motos y organización de rutas en moto en Miami: American Rider.
Al mismo tiempo, continué con mi pasión por la personalización hasta que en 2012 decidí que era el momento de establecer Lord Drake Kustoms en Miami.

¿Y que tal funciona?
Bueno, creo que ha sido un éxito desde entonces. El taller está ubicado en el centro de Miami (Coconut Grove) y han pasado por él muchas estrellas y artistas del mundo del cine y la televisión. Poco a poco, el nombre de Lord Drake Kustoms se fue haciendo conocido en las altas esferas de Miami y tuvimos clientes como Tom Kaulitz (de Tokio Hotel), Alejandro Sanz o Maroon 5, entre otros.

Pero eso no es lo más importante, lo mejor fue que no dejamos de ganar campeonatos, incluyendo la Daytona Bike Week, un referente mundial en el mundo de la personalización. Allí fuimos campeones en la categoría Cafe Racer. También conseguimos dos premios en el Rat’s Hole Bike Show, lo que nos ayudó a darnos a conocer en todo el mundo.
De repente decides abrir otra sucursal en España, ¿cuál fue la razón?
Como digo, ganar esos eventos nos hizo conocidos también fuera de Estados Unidos. De repente empezamos a recibir muchos pedidos desde Europa. Por eso, en un momento dado, decidí abrir una nueva sucursal en España para atender mejor la demanda del continente europeo.
Fue una apuesta arriesgada porque no sabía con certeza la aceptación que este tipo de producto tendría en el viejo continente, a pesar del aumento en los pedidos. Pero pronto me di cuenta de que, al igual que en Estados Unidos, comenzamos a ganar muchos premios.
En 2014 fuimos subcampeones en Europa, y en 2015 primeros y segundos en Europa. En 2016 fuimos declarados uno de los 10 mejores personalizadores del mundo en estilo Scrambler por una revista especializada japonesa. También en 2016 quedamos quintos del mundo en la categoría “Modified Harley” en el Campeonato Mundial AMD, en el que en 2018 obtuvimos también la 6ª y 2ª posición. En 2017 fuimos campeones europeos dobles en el HOG Rally Bike Show, del cual en 2019 volvimos a ser campeones y subcampeones…

En este último evento celebrado en Portugal, tuve la suerte de conocer a Karen Davidson (nieta del dueño de Harley-Davidson), quien quedó maravillada con la moto que presenté, considerándola una verdadera obra de arte sobre ruedas.

Sin duda, Europa también tiene un gran interés en el mundo de la moto custom.
Tu exhibición de premios es envidiable, pero 2019 también ha sido un año muy especial para ti y tu empresa.
Sí, realmente ha sido un año lleno de momentos inolvidables y muchas sorpresas.
Primero, fue un honor cuando Discovery Channel me invitó a la Gala benéfica que organiza Antonio Banderas dentro de la Miami Fashion Week. Allí subastamos dos de mis motocicletas para dos buenas causas, recaudando fondos para la Fundación del Hospital Infantil Nicklaus y la Fundación de Lágrimas y Favores.

También tuve el placer de conocer, además de a Antonio Banderas, a grandes personalidades como Emilio Estefan, Juanes, Nicole Kimpel y Ágatha Ruiz de la Prada.


Con esta última tuve la gran suerte de mantener una conversación interesante que nos llevó a colaborar juntos en un proyecto que, creo, ha roto muchos esquemas en el mundo de la personalización de motos.
Este proyecto fue la Harley «Agathizada», una motocicleta que ha dado mucho que hablar, y que se presentó en Marbella en otra gala benéfica, esta vez contra el cáncer.

Finalmente, ¿qué planes tiene Lord Drake Kustoms para el futuro?
Llevamos años con un proyecto televisivo que esperamos ver la luz pronto, pero aún es pronto para dar detalles. Pero, en definitiva, seguiremos, como dije al principio, trabajando con perseverancia y humildad.