
Bóxer de sprint alimentado por óxido nitroso
La BMW R 12 nineT de VTR Customs es un bóxer moderno transformado en un misil de corta distancia, creado para una serie de carreras tipo drag donde la imaginación pesa más que el reglamento. Bajo su carrocería metálica moldeada a mano y su postura de competición, esconde un sistema de óxido nitroso serio que lleva el motor muy por encima de sus cifras de serie, convirtiendo una elegante moto heritage en un arma de aceleración pura.

De roadster de calle a prototipo de carreras
VTR partió de la nueva plataforma R 12 nineT de BMW, conocida por su bicilíndrico de aire y su chasis modular que se presta especialmente bien a la personalización. El depósito original fue sustituido por una unidad más estrecha de la BMW R 12 y modificado con una tapa de repostaje rápido de estilo resistencia, afinando la silueta y reforzando el carácter de carreras. Alrededor de este eje central, el equipo fabricó un carenado, quilla y colín en aluminio, cada pieza diseñada específicamente para esta moto en lugar de proceder de kits de producción.

Actitud colín arriba y detalles aerodinámicos
El subchasis trasero es completamente artesanal y sostiene el colín compacto y el asiento monoplaza, elevando la parte posterior de la moto para darle una postura más agresiva y una línea más limpia hacia la rueda trasera. Un fino asiento de cuero se sitúa en lo alto, con un pequeño piloto clásico integrado discretamente en la parte posterior del colín, subrayando la mezcla de estética de resistencia clásica y acabados contemporáneos. Detalles como la multitud de pequeños tornillos que rodean la pantalla recuerdan la construcción aeronáutica, un guiño al pasado del constructor trabajando con aviones clásicos.

Chasis y componentes a punto para el sprint
Bajo la carrocería, el chasis y los componentes de parte ciclo se han mejorado para estar a la altura del nuevo potencial del motor. Un amortiguador trasero Wilbers ayuda a elevar y controlar la zaga, mientras que las ligeras llantas de carbono Rotobox reducen las masas no suspendidas y agudizan las reacciones de la moto en las salidas y en las curvas cortas. En el tren delantero, los semimanillares, los frenos de alta calidad y un escape de titanio de Unit Garage, más libre y ligero, eliminan peso innecesario y refuerzan la intención racing de la moto tanto en lo visual como en el sonido.

Empuje extra de NOS
La transformación más radical se encuentra en la admisión y la alimentación, donde un sistema de óxido nitroso de Wizards of NOS aporta potencia extra al ya contundente bóxer de 1.170 cc. Con el nitro activado, la potencia pasa de unos 109 CV a alrededor de 160 CV, con margen técnico para liberar todavía más empuje si se explotara al máximo. Como el kit suministrado no traía su habitual sensor de posición de acelerador, el equipo de VTR ideó una solución ingeniosa, montando un microinterruptor y una palanca impresa en 3D en el puño de gas para armar el nitro solo a gas completamente abierto, dando al piloto una especie de “postquemador” accionado directamente con la mano derecha.

La pintura y los acabados terminan de unir todas estas piezas, combinando componentes mecánicos oscurecidos con gráficos definidos y una mezcla pensada de superficies pulidas y en negro. El resultado es una máquina hecha a propósito para la categoría de bicilíndricas del Rocket Race Club, más special de sprint que roadster de diario, pero que sigue siendo, en esencia, un bóxer heritage de BMW inconfundible.
🔗VTR Customs | @vtrcustoms
